Como todas las marcas que comercializan sus productos a través de la gran distribución, sin duda está al tanto de la evolución de los materiales de PLV utilizados para promocionar sus productos en los puntos de venta de su red. La tecnología está proporcionando a los fabricantes nuevas soluciones que transmiten una imagen más moderna e innovadora.
¿Podría estar próximo el fin del kakemono?
Tenemos buenas razones para dudarlo... Como veremos hoy, aún tiene muchas -y muy buenas- razones para utilizar esta herramienta esencial de publicidad en el punto de venta.
Así que vamos a echarles un vistazo, y también a intentar encontrar la manera de convencer a sus distribuidores para que los acepten en sus tiendas.
Pero antes, repasemos algunos conceptos básicos sobre el kakemono.
Kakemono es un término de origen japonés que significa literalmente "objeto suspendido", y originalmente se refería a una obra artística como una pintura o una caligrafía realizada sobre un lienzo vertical y tensada por un lastre. Hoy en día, la palabra kakemono también se utiliza para designar estas herramientas visuales esenciales en el ámbito de la Publicidad en el Lugar de Venta (PLV) o la Información en el Lugar de Venta (IPV).
La familia de los kakemonos incluye :
Estandartes: versiones que se diferencian por la forma del brazo con el que se sujetan por detrás: en forma de L para el estandarte en L, o en forma de X para el estandarte en X.
Ahora que los términos están claros, pasemos a la parte más interesante: ¿por qué sigue siendo importante en estos tiempos invertir en publicidad POP tradicional como el kakemono?
He aquí 7 buenas razones para mantener algunos en su presupuesto de merchandising.
El uso de kakemonos o roll-ups permite que su marca se vea desde lejos. Pueden colocarse a la entrada de la tienda o directamente en la estantería donde se exponen sus productos. Colocarlos en lugares estratégicos maximiza la exposición, con el objetivo de destacar productos o promociones específicos. El efecto garantizado es reforzar el posicionamiento de su marca.
Al destacar ofertas especiales o descuentos, los kakemonos pueden influir en el comportamiento de compra del consumidor creando una sensación de urgencia u oportunidad. También son ideales para promocionar algo nuevo, y los clientes los asocian claramente con la noción de descubrimiento o ganga.
Por lo general, los kakemonos son fáciles de montar, instalar y desplazar, lo que permite una mayor flexibilidad en su uso para adaptarse a las necesidades promocionales de una marca. También son una solución sencilla y móvil si cambia su frente de ventas o necesita desplegarlos en nuevas tiendas. En otras palabras, son "transportables": ¡perfectos para una operación de venta de medio día!
Mientras que algunas marcas intentan abrirse paso a través del precio, las ofertas promocionales o la colocación (en la cabecera de un expositor o en otro lugar), otras tratarán de causar impresión en la retina. Construir una marca implica a menudo ser identificado visualmente, sobre todo para una marca que acaba de lanzarse. El kakemono es un objeto físico imponente que ayuda a lograr este objetivo en el punto de venta. Utilizar un diseño que refleje los códigos de su marca, como el logotipo y el código de colores, le ayuda a ser reconocido y a diferenciarse de la competencia.
Puede instalar kakemonos publicitarios para dinamizar la zona comercial, mostrando el mundo de su marca. En este caso, utilícelos para dramatizar su marca. Los kakemonos ofrecen un espacio para contar historias en torno al producto o los valores de la empresa, creando un vínculo emocional con los consumidores.
La imponente superficie del kakemono le permite incorporar diversos elementos de comunicación. Por ejemplo, puede mostrar un código QR fácil de escanear por su tamaño, que enlazará con un sitio web o una aplicación que se puede descargar. Una excelente forma de marketing multicanal.
Al fabricar sus kakemonos con materiales sostenibles, puede garantizarles una larga vida, lo que justificará la inversión (en general, unos 100 euros para la fabricación en Francia). Esta dimensión medioambiental también puede incorporarse a la comunicación de su marca. El diseño sostenible favorece la reutilización, lo que lo convierte en una solución PLV y PLV rentable. Además, es posible mantener la estructura del kakemono y cambiar sólo el aspecto visual, lo que resulta más ecológico y económico.
En todos los casos, hay que tener en cuenta que la relación coste-eficacia del kakemono está ligada a su vida útil. El coste inicial de diseño y fabricación puede representar una inversión para pequeñas empresas o marcas con presupuestos de marketing limitados. Por eso es esencial ofrecer buenas condiciones de almacenamiento y manipulación para sus kakemonos. Sus distribuidores deben ser conscientes de estas buenas prácticas, que tienen un impacto indirecto (y a veces oculto) en su presupuesto.
Como los kakemonos suelen utilizarse para eventos que implican exhibiciones teatrales o promociones, es crucial preparar el argumento de venta para convencer a los distribuidores de que aprueben su colocación en sus estanterías. Pueden tener políticas estrictas de merchandising y presentación en tienda, que pueden incluir criterios específicos sobre el tamaño, el diseño y el contenido de soportes publicitarios como los kakemonos.
Las limitaciones de espacio en el punto de venta también pueden ser un obstáculo para el uso de kakemonos. Por último, a los minoristas puede preocuparles la armonía visual de su espacio de venta. Si los kakemonos no encajan bien en la decoración de la tienda o si rompen la coherencia visual, sus interlocutores pueden ser reacios a autorizarlos. Admitámoslo, los kakemonos ocupan mucho espacio y tienden a hacer invisibles los productos que hay detrás: ¡bien por la competencia!
Por eso tendrá que preparar un sólido argumento de venta para convencer a sus distribuidores de que acepten la instalación en sus tiendas. Una buena práctica en este caso es hacer proyecciones financieras que permitan al comprador o al director del departamento evaluar el beneficio adicional que obtendrán.
Y, sobre todo, ¡consulte las normas aplicables, empezando por el contrato de distribución!
En algunos casos, el contrato de distribución contiene cláusulas específicas relativas al merchandising y la promoción de los productos. Esto depende, por supuesto, del contrato tipo redactado por el minorista o la tienda, pero también, en su caso, de las condiciones específicas que hayas logrado obtener durante las negociaciones anuales.
Así que, cuando consigas incorporar la colocación de soportes publicitarios como los kakemonos en el contrato de distribución, asegúrate de describir los derechos y responsabilidades de cada parte en términos de suministro, provisiones, ubicación de los puntos de venta, periodos y duración del uso, etc.
No obstante, pueden celebrarse determinados acuerdos promocionales al margen del contrato principal de distribución. Estos acuerdos pueden especificar las condiciones de uso de los kakemonos, incluidos los periodos promocionales, la colocación en el punto de venta y otros detalles logísticos. Esto ocurre, por ejemplo, cuando se consigue vender una operación pirata a uno o varios puntos de venta durante el año.
En su defecto, lleve un registro minucioso de toda la correspondencia en la que se mencione el acuerdo previo (correo electrónico, mensajes de texto, etc.). Es importante basar sus intercambios en una documentación clara y escrita para evitar malentendidos. Respetar los compromisos es uno de los pilares de cualquier relación comercial y, por tanto, del marketing comercial.
En términos de colaboración, también debería intentar obtener datos de caja para evaluar el rendimiento de los kakemonos en cada punto de venta. Y, sobre todo, ¡equipe a sus responsables de sector con una aplicación de optimización del merchandising para garantizar el cumplimiento de sus objetivos de marketing y ventas!
